Los Colorado Rockies sufrieron otra derrota devastadora en casa ante los San Francisco Giants, cayendo por 10-7 tras dilapidar una ventaja de tres carreras en la octava entrada. La afición presente en el Coors Field presenció el segundo colapso consecutivo del bullpen de los Rockies, quienes, irónicamente, habían sido uno de los puntos fuertes del equipo esta temporada.
Un bullpen que se derrumba
El lanzador de relevo de los Rockies, Tyler Kinley, resumió el sentir del equipo: "Ha sido brutal para nosotros ahí afuera. Sentimos que deberíamos haber ganado la serie esta noche y tener la oportunidad de barrer mañana contra un buen equipo, un equipo potencial de playoffs. Ha sido duro. Las últimas dos noches han sido duras, seguro".
Kinley se enfrentó a seis bateadores en la octava entrada, logrando solo un out. Tres sencillos mal bateados, una base por bolas con las bases llenas y un doble con bases llenas de dos carreras lo sacaron del juego y empataron el marcador 6-6. Inicialmente, parecía que Ryan McMahon había realizado una gran jugada defensiva para sacar a Casey Schmitt en el plato después de un toque de Tyler Fitzgerald, pero los Giants desafiaron la decisión y fue revocada.
El golpe final
San Francisco tomó una ventaja de 7-6, y el daño final contra Kinley fue de cuatro carreras en cuatro hits y una base por bolas. La derrota es la quinta consecutiva para los Rockies, que ahora tienen un récord de 12-55. A pesar de haber barrido a los Marlins en Miami la semana pasada, el equipo no logra mantener la consistencia y se hunde cada vez más en la tabla de posiciones.
- El bullpen, una fortaleza relativa, se desmorona.
- Los Rockies dilapidan ventajas importantes en noches consecutivas.
- El equipo sufre su quinta derrota consecutiva.