Un partido que prometía ser una fiesta del fútbol sudamericano terminó en tragedia. El encuentro de vuelta por los octavos de final de la Copa Sudamericana entre Independiente de Avellaneda y la Universidad de Chile fue suspendido debido a graves incidentes ocurridos en las gradas del Estadio Libertadores de América-Ricardo Bochini.
Batalla Campal en las Tribunas
Según reportes, los incidentes comenzaron en la tribuna ocupada por los hinchas de la Universidad de Chile. Testigos presenciales informaron que los aficionados visitantes destrozaron baños, arrancaron butacas y lanzaron objetos contundentes hacia los hinchas locales ubicados en las bandejas inferiores. La situación escaló rápidamente, generando pánico y enfrentamientos directos.
Ante la escalada de violencia, la policía intervino para desalojar a los hinchas chilenos de la tribuna. Sin embargo, este operativo desencadenó nuevos enfrentamientos, incluyendo un ataque de la barra brava de Independiente contra los aficionados visitantes que aún se encontraban en el lugar.
Consecuencias y Suspensión del Partido
La violencia dejó un saldo lamentable de al menos diez heridos de gravedad, uno de ellos en estado crítico, y cerca de 90 detenidos, en su mayoría hinchas chilenos. El árbitro uruguayo Gustavo Tejera, tras constatar la falta de garantías de seguridad, decidió suspender el encuentro. La CONMEBOL confirmó posteriormente la suspensión oficial del partido.
- Diez heridos graves, uno en estado crítico.
- Cerca de 90 detenidos, la mayoría hinchas chilenos.
- Destrozos en las instalaciones del estadio.
- Suspensión del partido por falta de garantías de seguridad.
Este incidente empaña la Copa Sudamericana y plantea serias interrogantes sobre la seguridad en los estadios y el comportamiento de las barras bravas. Se espera que la CONMEBOL tome medidas drásticas para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.