En un giro inesperado en el panorama político colombiano, el presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez se reunieron en Leticia, Amazonas, durante la conmemoración del 7 de agosto, Día de la Batalla de Boyacá y el Ejército Nacional. Este encuentro, que se produce después de meses de un notorio distanciamiento y tensiones internas, ha generado un intenso debate sobre la unidad del Gobierno y el futuro de su agenda política.
Un Reencuentro Simbólico en Leticia
La ceremonia, tradicionalmente celebrada en el Puente de Boyacá, fue trasladada a Leticia por decisión del presidente Petro, un gesto interpretado como una señal en medio del conflicto diplomático con Perú por la isla Santa Rosa. Sin embargo, la presencia de Márquez, quien había evitado apariciones públicas conjuntas con el presidente en eventos recientes, se convirtió en el centro de atención.
El jefe de Despacho Presidencial, Armando Benedetti, describió el saludo entre Petro y Márquez como “querido, cálido y natural”, alimentando las especulaciones sobre un posible acercamiento entre los dos líderes. Este reencuentro busca disipar las crecientes dudas sobre la cohesión del gobierno, especialmente después de las críticas públicas de Márquez sobre la gestión y la ejecución presupuestal del Ministerio de la Igualdad.
Tensiones Preexistentes y Desafíos Futuros
En las semanas previas al encuentro, Márquez había denunciado públicamente un supuesto sabotaje y exclusión dentro del gobierno, afirmando que pasó de ser considerada una heroína a ser vista como una traidora por expresar desacuerdos. Estas declaraciones reflejan las profundas divisiones internas que han afectado la administración Petro y que ahora se enfrentan al desafío de reconstruir la confianza y la colaboración.
- Distanciamiento progresivo entre Petro y Márquez.
- Críticas de Márquez a la ejecución presupuestal del Ministerio de la Igualdad.
- Denuncias de sabotaje y exclusión dentro del gobierno.
- Reencuentro en Leticia como un intento de reconciliación política.
El futuro de la relación entre Petro y Márquez, y su impacto en la estabilidad y la eficacia del gobierno, sigue siendo incierto. Sin embargo, este reencuentro en Leticia representa un primer paso hacia la superación de las tensiones y la búsqueda de un camino común para abordar los desafíos que enfrenta Colombia.