Atlético Nacional y Once Caldas se enfrentaron en Manizales para dar cierre a su participación en los cuadrangulares semifinales de la Liga BetPlay DIMAYOR 2025-I. El partido, disputado en el estadio Palogrande, no definía nada trascendental, ya que ambos equipos estaban eliminados y sin opciones de pelear por un cupo en la final. Sin embargo, los dos buscaban sumar puntos importantes en la reclasificación para aspirar a un cupo en la próxima CONMEBOL Libertadores o Sudamericana.
El Blanco Blanco Buscaba la Victoria en Casa
Once Caldas llegaba a este encuentro tras ser eliminado en Bogotá frente a Independiente Santa Fe. El equipo dirigido por Hernán Darío ‘El Arriero’ Herrera buscaba cerrar su participación con una victoria frente a su afición, luego de una campaña en los cuadrangulares donde cosecharon tres empates y dos derrotas. El técnico alineó a su mejor once disponible con la esperanza de darle una alegría a la hinchada.
Nacional en Crisis y con Muchas Ausencias
Atlético Nacional, por su parte, llegaba en una situación más crítica tras la derrota ante Millonarios en el Atanasio Girardot, que selló su eliminación. El equipo, dirigido por Javier Gandolfi (quien se encontraba en la cuerda floja debido a las críticas de la afición), enfrentaba este último partido con varias bajas importantes. La derrota caló hondo en la hinchada verdolaga, que esperaba mucho más de su equipo en esta fase del torneo.
Otros Incidentes en el Fútbol Colombiano
Además del partido entre Nacional y Once Caldas, la Liga BetPlay ha estado marcada por otros incidentes. Recientemente, se ordenó una investigación por un posible arreglo de partidos tras un encuentro polémico entre Llaneros y Unión Magdalena. Asimismo, la muerte del mediocampista Andrés Balanta en Argentina durante un entrenamiento con Atlético Tucumán generó gran conmoción en el mundo del fútbol.
En resumen, el partido entre Nacional y Once Caldas significó el cierre de una temporada con altibajos para ambos equipos. Aunque la victoria era importante para sumar puntos en la reclasificación, el sabor amargo de la eliminación ya era inevitable.