EE.UU. al borde del abismo: Despidos masivos amenazan tras el bloqueo

EE.UU. al borde del abismo: Despidos masivos amenazan tras el bloqueo presupuestario

La Casa Blanca ha emitido una severa advertencia: si el Congreso no llega a un acuerdo sobre el presupuesto antes del 1 de octubre, se avecinan despidos masivos de empleados federales. Este potencial cierre de gobierno, impulsado por la falta de consenso entre republicanos y demócratas, podría tener consecuencias devastadoras para la economía y los servicios públicos.

Según un memorando interno de la Oficina de Gestión y Presupuesto, la administración Trump está considerando medidas drásticas que van más allá de las licencias temporales experimentadas en cierres anteriores. Se insta a las agencias a preparar avisos de Reducción Laboral (RIF) para todos los empleados, lo que sugiere una eliminación permanente de puestos de trabajo.

La Cámara de Representantes aprobó una extensión del gasto, pero el Senado, con una estrecha mayoría republicana, enfrenta la oposición demócrata. El desacuerdo se centra en las prioridades de financiamiento, con los demócratas resistiéndose a la propuesta republicana de una extensión temporal hasta finales de noviembre.

El fantasma de DOGE y la sombra de Elon Musk

El término “reducción laboral” (RIF) evoca recuerdos de la ola de despidos implementada bajo el Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), una iniciativa impulsada por Elon Musk durante los primeros años de la administración Trump. Este enfoque, que priorizaba la eficiencia y la reducción de costos, resultó en la eliminación de miles de puestos de trabajo federales.

¿Quién es el culpable?

El presidente Trump ha culpado directamente a los demócratas por la crisis presupuestaria. Acusa a la oposición de exigir concesiones irrazonables que obstaculizan el acuerdo. Mientras tanto, los demócratas argumentan que las prioridades republicanas perjudican a los trabajadores y a los programas sociales esenciales.

El tiempo se agota. Si no se llega a un acuerdo antes del 1 de octubre, el gobierno federal se quedará sin fondos, lo que provocará despidos masivos y la suspensión de servicios gubernamentales cruciales. El impacto en la economía y la vida de los ciudadanos estadounidenses podría ser significativo.

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