Estados Unidos ha elevado a 50 millones de dólares la recompensa por información que conduzca al arresto del presidente venezolano, Nicolás Maduro. La fiscal general, Pam Bondi, anunció la medida, acusando a Maduro de colaborar con organizaciones criminales como el Tren de Aragua y el Cártel de Sinaloa para el tráfico de drogas.
Bondi afirmó que Maduro es “uno de los mayores narcotraficantes del mundo” y una amenaza para la seguridad nacional estadounidense. Según el Departamento Antidrogas de EEUU, se han incautado 30 toneladas de cocaína vinculadas a Maduro y sus asociados, de las cuales 7 toneladas se relacionan directamente con él. El Departamento de Estado lo acusa de liderar el Cartel de los Soles durante más de una década.
Reacción de Venezuela
El ministro de Defensa venezolano, Vladimir Padrino López, respondió con indignación al anuncio. En una rueda de prensa, calificó las acusaciones como una “falta de respeto” al pueblo venezolano y a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB).
Padrino López negó las acusaciones de narcotráfico contra Maduro y él mismo, sugiriendo que la administración estadounidense está proyectando sus propias fallas. Afirmó que Venezuela se ha convertido en un “muro de contención para el narcotráfico” y que grupos como el Tren de Aragua están “desarticulados totalmente”.
Tensiones Continuas
Este aumento en la recompensa y las acusaciones se producen en un contexto de tensiones persistentes entre Venezuela y Estados Unidos. Las acusaciones de narcotráfico por parte de Washington han sido una herramienta diplomática recurrente. La disputa se enmarca en un contexto de constantes tensiones entre los gobiernos de Venezuela y Estados Unidos, donde las acusaciones de narcotráfico por parte de Washington son una herramienta diplomática recurrente.
- EEUU aumenta la presión sobre Maduro.
- Venezuela niega las acusaciones y defiende su lucha contra el narcotráfico.
- La tensión bilateral continúa escalando.