La Corte Penal Internacional (CPI) y su fiscal jefe, Karim Khan, se enfrentan a un momento crítico debido a la investigación sobre presuntos crímenes de guerra cometidos en Israel y Palestina. Este caso, el más sensible que enfrenta la CPI, ha desatado una intensa campaña de intimidación contra Khan, poniendo en riesgo su carrera, la reputación de la corte y su futuro.
Presiones y Amenazas sin Precedentes
Desde su apertura en La Haya en 2002, la CPI nunca había experimentado tanta presión. Estados Unidos impuso sanciones a jueces y al propio Karim Khan, de nacionalidad británica. Washington ejerció presión sobre los estados miembros con el objetivo de anular las órdenes de arresto contra israelíes, incluyendo a Benjamin Netanyahu y al ex ministro de defensa Yoav Gallant, emitidas el 21 de noviembre de 2024, y cerrar la investigación sobre crímenes cometidos en territorio palestino.
Según informes, Khan recibió advertencias directas y amenazas a través de figuras prominentes, colegas cercanos y amigos de la familia. Incluso se temió por su seguridad debido a la presencia de un equipo del Mossad en La Haya. Además, se filtraron acusaciones de agresión sexual a los medios.
La Investigación en el Centro de la Tormenta
La investigación de la CPI se centra en crímenes cometidos por israelíes en la Franja de Gaza y Cisjordania, así como por Hamas, incluyendo la toma de rehenes el 7 de octubre de 2023 en el sur de Israel. El abogado británico Andrew Cayley, quien supervisa el caso junto a Brenda Hollis, describió los últimos meses como los peores de su vida.
Advertencia Directa a Karim Khan
En mayo, Nicholas Kaufman, un abogado británico-israelí de la corte, advirtió a Khan que si no se retiraban las órdenes de arresto contra Netanyahu y Gallant, tanto él como la CPI serían destruidos. Kaufman afirmó haber hablado con el asesor legal de Netanyahu y estar "autorizado" para hacer una propuesta que permitiría a Khan "bajarse del árbol". Kaufman, sin embargo, negó haber amenazado a Khan o haber sido autorizado a hacer propuestas en nombre del gobierno israelí.
La situación actual pone de manifiesto los desafíos que enfrenta la CPI al intentar llevar a cabo investigaciones imparciales en contextos geopolíticos complejos y polarizados.