El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, se ha visto obligado a rectificar una polémica ley que limitaba la independencia de las agencias anticorrupción, tras enfrentar fuertes protestas ciudadanas y críticas de sus aliados internacionales. La medida inicial, que otorgaba mayor control al fiscal general sobre la Oficina Nacional Anticorrupción (NABU) y la Fiscalía Anticorrupción (SAPO), generó preocupación sobre un posible retroceso en la lucha contra la corrupción en Ucrania.
Protestas y Reacciones Internacionales
Miles de personas salieron a las calles en Kiev y otras ciudades para expresar su descontento con la ley, argumentando que recordaba a las políticas del expresidente prorruso Viktor Yanukovich. Los embajadores del G7 en Ucrania también manifestaron su preocupación, advirtiendo sobre el riesgo para la independencia de los organismos anticorrupción.
¿Qué Cambiaba con la Ley Inicial?
La ley aprobada por la Rada, el parlamento ucraniano, permitía al fiscal general, designado por el presidente, tener acceso a todas las investigaciones de la NABU y la SAPO, así como dar instrucciones a los investigadores y modificar el curso de los procedimientos. Esto, según críticos, socavaba la autonomía de estas instituciones, creadas tras la revolución del Maidán en 2014 para combatir la corrupción.
- Acceso total del fiscal general a las investigaciones.
- Potestad para dar instrucciones a los investigadores.
- Capacidad de modificar el curso de las investigaciones.
La Rectificación de Zelenski
Ante la presión interna y externa, Zelenski anunció que presentará una nueva reforma legal para garantizar la independencia de la NABU y la SAPO. El presidente justificó la medida inicial como una forma de evitar la infiltración de agentes rusos en los organismos anticorrupción, pero esta explicación no convenció a muchos.
La situación pone de relieve la importancia de la confianza, tanto de los ciudadanos ucranianos como de los aliados occidentales, en el esfuerzo bélico del país. La lucha contra la corrupción sigue siendo un desafío clave para Ucrania, y la independencia de las instituciones encargadas de esta tarea es fundamental para su avance hacia Europa.