Simpatizantes del chavismo se movilizaron este jueves en Caracas para expresar su solidaridad con Irán, en un contexto marcado por las recientes tensiones y ataques entre Irán e Israel. La marcha fue convocada en medio del conflicto bélico, buscando manifestar apoyo al pueblo iraní y exigir la paz mundial.
Diosdado Cabello, primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), fue quien anunció la movilización en la capital venezolana. A su juicio, Irán respondió de manera “contundente y oportuna” a las agresiones de Israel.
"Ojalá que con esto Israel aprenda, con el cocotazo que le dieron, y que los que andan aupando esa guerra no hagan nada que ponga en peligro la paz del mundo, porque van a llevar esa guerra a su propio territorio. Quien haga esos cálculos está equivocado", declaró Cabello.
La Cancillería venezolana ya había emitido un comunicado el 12 de junio condenando los ataques y expresando su solidaridad con el Ayatollah Jamenei, el presidente Masoud Pezeshkian y el pueblo iraní. El gobierno venezolano calificó los ataques como un “acto de guerra” que se suma a un historial de crímenes por parte del gobierno de Netanyahu, cuya maquinaria, según el comunicado, actúa al margen de la legalidad internacional.
Este acto de respaldo se suma a otras manifestaciones de apoyo del gobierno de Nicolás Maduro hacia Irán, reflejando una postura alineada con el país persa en el ámbito internacional. La marcha y las declaraciones oficiales buscan visibilizar la posición de Venezuela frente al conflicto en Medio Oriente.
Reacciones y Contexto Internacional
La movilización en Caracas se produce en un momento de alta tensión global, donde las relaciones entre Irán e Israel se han deteriorado significativamente. El evento ha generado diversas reacciones tanto a nivel nacional como internacional, resaltando la polarización de opiniones respecto al conflicto y el papel de diferentes actores.
Implicaciones para Venezuela
Este tipo de manifestaciones de apoyo, si bien buscan expresar solidaridad, también tienen implicaciones para la política interna y externa de Venezuela. La alineación con Irán puede fortalecer la relación bilateral, pero también generar críticas y tensiones con otros países, especialmente aquellos que mantienen una postura contraria a la de Irán.