La saga de la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell continúa generando titulares y estrategias audaces. La reciente decisión del inversor mexicano David Martínez de apoyar la oferta de BBVA ha sacudido el tablero y ha puesto en jaque la postura inicial de la cúpula directiva del Sabadell.
El rol crucial de David Martínez
Martínez, quien controla un 3,9% del capital de Sabadell, era una figura clave en esta contienda. Su respaldo a la OPA no solo representa un porcentaje significativo de acciones, sino que también podría generar un efecto dominó, incentivando a otros inversores, tanto minoristas como institucionales, a unirse a la oferta de BBVA.
La conexión de Martínez con el mundo financiero es extensa. Desde sus estudios en Harvard hasta sus inversiones en México y Argentina, ha demostrado ser un astuto identificador de oportunidades. Su relación con el Sabadell se remonta a 2013, y ahora, su decisión de apoyar la OPA de BBVA genera interrogantes sobre el futuro del banco catalán.
La defensa del Sabadell y la guerra de dividendos
Ante la presión de la OPA, el Sabadell ha intensificado su defensa, centrada en una política de retribución generosa a sus accionistas. La entidad ha elevado el dividendo a pagar este año y ha fijado un pago a cuenta para diciembre. Sin embargo, el BBVA ha respondido retrasando el pago de su propio dividendo para que los accionistas del Sabadell que acepten la oferta puedan recibirlo.
¿Qué pasará si BBVA no alcanza el control total?
El Sabadell ha alertado sobre las posibles consecuencias de una segunda OPA por parte de BBVA si no alcanza un control mayoritario en la primera. Según el banco catalán, una segunda oferta obligaría al BBVA a desembolsar una gran cantidad de dinero, lo que podría comprometer el pago de dividendos futuros o incluso llevar a una ampliación de capital que diluiría a los accionistas.
El futuro de la OPA de BBVA sobre Banco Sabadell sigue siendo incierto. La decisión de David Martínez ha añadido un nuevo capítulo a esta historia, y la batalla por el control del banco catalán promete ser intensa y llena de sorpresas.