El ministro de Defensa de Venezuela, Vladimir Padrino López, denunció este viernes que el despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Mar Caribe constituye una "guerra no declarada" contra el país. Sus declaraciones se producen en un contexto de crecientes tensiones entre Caracas y Washington.
Según Padrino López, la presencia naval estadounidense representa una "amenaza militar" para Venezuela. Washington justifica el despliegue como parte de una operación para combatir el narcotráfico, pero el gobierno venezolano lo considera una agresión a su soberanía.
"Es una guerra no declarada, y ya ustedes ven como personas, siendo o no siendo narcotraficantes, han sido ajusticiadas en el mar Caribe", afirmó Padrino López durante un balance sobre ejercicios militares. Criticó la supuesta falta de interceptación de las embarcaciones antes de ser atacadas, cuestionando la capacidad tecnológica de EE.UU.
El ministro también señaló la eliminación de presuntos narcotraficantes sin juicio previo, argumentando que se les niega el derecho a la defensa. Esta acusación se suma a las tensiones existentes entre ambos países, marcadas por sanciones económicas y acusaciones de injerencia.
Venezuela ha respondido al despliegue estadounidense con ejercicios militares en la isla La Orchila, ubicada cerca de donde EE.UU. interceptó una embarcación pesquera. Estas acciones reflejan la creciente preocupación del gobierno venezolano ante la presencia militar estadounidense en la región.
La relación entre Estados Unidos y Venezuela se ha deteriorado significativamente en los últimos años. Washington acusa al presidente Nicolás Maduro de encabezar el Cartel de los Soles y ofrece una recompensa millonaria por su captura. La situación en el Caribe, según Padrino López, agrava aún más las tensiones y eleva el riesgo de un conflicto.