En un fallo histórico, la Justicia uruguaya procesó con prisión a tres exmilitares por la desaparición forzada de la maestra Elena Quinteros, ocurrida en 1976 durante la dictadura cívico-militar. Jorge Silveira, Raúl Scioscia y Rubén Sosa Tejera fueron imputados como coautores del delito, marcando un avance significativo en la búsqueda de verdad y justicia en casos de violaciones a los derechos humanos.
La jueza penal Isaura Tórtora dictaminó prisión preventiva en la cárcel de Domingo Arena para Silveira y Scioscia, quienes ya enfrentan procesos por otros delitos de lesa humanidad. Sosa Tejera, por su parte, cumplirá prisión domiciliaria. Este procesamiento representa un hito, ya que son los primeros militares en ser juzgados por la desaparición forzada de Quinteros, un caso emblemático de la represión dictatorial.
Elena Quinteros, militante del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) y de la Federación Uruguaya de Magisterio, fue secuestrada en junio de 1976. Tras ser retenida en el centro clandestino "300 Carlos", intentó refugiarse en la embajada de Venezuela, pero fue capturada nuevamente, violando la inmunidad diplomática. Su destino final sigue siendo desconocido.
Los exmilitares procesados integraban el Órgano Coordinador de Operaciones Antisubversivas (OCOA), responsable de la persecución y captura de militantes sociales y políticos como Quinteros. La jueza Tórtora destacó que la desaparición forzada no solo vulnera la libertad y la vida, sino también la dignidad humana y la convivencia pacífica en sociedad.
Reacciones ante el fallo
Organizaciones de derechos humanos y familiares de desaparecidos celebraron el procesamiento como un paso importante hacia la justicia y la reparación. Sin embargo, también instaron a continuar investigando y juzgando a todos los responsables de crímenes de lesa humanidad cometidos durante la dictadura.
El camino hacia la verdad y la justicia
Este fallo subraya la importancia de mantener viva la memoria histórica y de redoblar los esfuerzos para esclarecer los crímenes del pasado. La búsqueda de la verdad y la justicia es fundamental para construir una sociedad más justa y democrática, donde nunca más se repitan hechos como la desaparición de Elena Quinteros.