La tormentosa relación entre la China Suárez y Benjamín Vicuña continúa generando titulares. El último capítulo de esta saga familiar se centra en la disputa por el permiso judicial que le permitiría a la actriz viajar con sus hijos a Turquía, donde reside su actual pareja, Mauro Icardi.
El origen del conflicto
Todo comenzó cuando la Justicia revocó el permiso que autorizaba a la China Suárez a trasladar a sus hijos al país otomano. La respuesta de la actriz no se hizo esperar: a través de sus redes sociales, lanzó fuertes acusaciones contra Vicuña, tildándolo de "padre del año" y aludiendo a supuestas infidelidades y adicciones.
La respuesta de Vicuña
Ante la escalada del conflicto, Benjamín Vicuña optó por la prudencia. En declaraciones difundidas por Ángel de Brito en el programa LAM, el actor chileno expresó: "No voy a contestar a tanto odio. La clase de padre que soy la saben mis hijos, que es lo importante".
Vicuña también manifestó su incredulidad ante la situación, dejando claro su intención de no alimentar la polémica: "Realmente no lo puedo creer. No me van a hacer hablar mal de la madre de mis hijos".
La versión de Ángel de Brito
El periodista Ángel de Brito, conocido por su acceso a información del mundo del espectáculo, añadió más leña al fuego al afirmar que Vicuña no había podido ver a sus hijos durante tres días. Según De Brito, la China Suárez estaría impidiendo el contacto entre el actor y los menores, llegando incluso a bloquear a la exsuegra y a apagar el teléfono de la niñera.
Estas acusaciones fueron desmentidas por la China Suárez, quien calificó de "impedimento" las afirmaciones de De Brito. La situación sigue siendo tensa y la resolución del conflicto parece estar lejos de llegar.
- La China Suárez acusa a Benjamín Vicuña de infidelidades y adicciones.
- Vicuña responde con cautela, evitando alimentar la polémica.
- Ángel de Brito afirma que la China Suárez impide el contacto entre Vicuña y sus hijos.