Uruguay lamenta la pérdida del Padre Mamerto Menapace, monje benedictino cuyo legado espiritual trascendió fronteras. La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) expresó su profundo pesar por su fallecimiento, destacando su incansable labor evangelizadora y su habilidad para acercar el mensaje del Evangelio al pueblo a través de relatos sencillos y profundos.
Los obispos argentinos agradecieron a Dios por el testimonio de vida y la sabiduría espiritual que el Padre Menapace compartió generosamente con el pueblo argentino. Su capacidad para combinar la profundidad del Evangelio con las expresiones cotidianas de la gente permitió a muchos uruguayos y argentinos conocer y profundizar su fe.
El Padre Menapace fue ampliamente reconocido por sus escritos y reflexiones, transmitiendo los valores del Evangelio con cercanía y autenticidad. Su vida fue un reflejo del mensaje que predicaba, dejando una huella imborrable en la comunidad religiosa y en aquellos que tuvieron el privilegio de conocerlo.
Un Evangelizador Popular
La figura del Padre Menapace se destacó por su cercanía a la gente, utilizando un lenguaje accesible y ejemplos de la vida cotidiana para transmitir mensajes de fe y esperanza. Sus cuentos y relatos se convirtieron en una herramienta poderosa para la evangelización, llegando a personas de todas las edades y condiciones sociales.
La CEA encomendó su alma al Señor y a la Virgen de Luján, rogando que lo reciban en su paz y lo recompensen por el bien que sembró en la vida espiritual del pueblo argentino y en su comunidad religiosa. Su legado perdurará como una herencia espiritual invaluable para las generaciones venideras.
Velatorio y Funeral
- Los restos del Padre Menapace serán velados en la capilla del monasterio Santa María.
- Se oficiará una misa de cuerpo presente.
- Posteriormente, será trasladado al cementerio en Los Toldos.
El Padre Mamerto Menapace, un hombre de fe y sabiduría, deja un vacío en la comunidad religiosa, pero su legado de amor y servicio permanecerá vivo en el corazón de quienes lo conocieron y admiraron. Su vida, un testimonio de fe y entrega, seguirá inspirando a generaciones futuras.