El martes se vivió un choque electrizante entre dos grandes del fútbol argentino: Vélez Sarsfield y Racing Club, en el marco de los cuartos de final de la Copa Libertadores. Un partido que prometía paridad y que, como es costumbre en estos duelos, se jugó sin público visitante para evitar incidentes.
Vélez: Un presente brillante
Vélez llegaba a esta instancia en un gran momento. Recientemente, levantó la Supercopa Argentina tras vencer a Central Córdoba, sumando su segundo título en pocos meses bajo la dirección técnica de Guillermo Barros Schelotto. Además, venía de eliminar a Fortaleza en octavos, con un valioso empate en Brasil y una sólida victoria en casa.
El equipo de los Mellizos acumulaba varios partidos sin conocer la derrota y se ubicaba en una buena posición en el torneo local. Sin embargo, la Libertadores era el gran objetivo.
Racing: Buscando la regularidad
Por su parte, Racing, campeón vigente de la Copa Sudamericana, mostraba un rendimiento irregular, alternando buenos resultados con actuaciones menos convincentes. A pesar de las dudas, la Academia mantenía la ilusión intacta tras dejar en el camino a Peñarol en una emocionante serie de octavos.
En el torneo local, Racing venía de vencer a San Lorenzo en el clásico, lo que le dio un envión anímico importante. Sin embargo, la irregularidad era una constante en su juego.
Un partido con historia
El historial entre Vélez y Racing es extenso y siempre ha estado marcado por la intensidad. En esta ocasión, la Copa Libertadores le daba un condimento especial al enfrentamiento.
El partido de ida se jugó en el estadio José Amalfitani, donde Vélez se hizo fuerte. La vuelta, en Avellaneda, prometía ser una batalla aún más intensa.
El ganador de esta llave se enfrentará a un rival de peso en las semifinales, acercándose cada vez más al sueño de levantar la Copa Libertadores.
La Copa Libertadores 2025 sigue su curso y los equipos argentinos buscan dejar su huella en el torneo continental.