La búsqueda más reciente de Madeleine McCann en Portugal ha concluido, dejando tras de sí una mezcla de alivio y resignación en la comunidad de Praia da Luz. Después de 18 años de investigaciones intermitentes, esta última batida, liderada por la policía alemana, parece ser la definitiva, sin que se hayan encontrado pistas concluyentes sobre el paradero de la niña británica que desapareció en 2007.
¿El fin de la búsqueda?
En Praia da Luz, un pueblo costero marcado por la tragedia, los residentes apenas hablan del caso. La investigación de McCann trajo consigo una atención mediática implacable que muchos prefieren olvidar. Sin embargo, la conexión del pueblo con la desaparición de Madeleine persiste, alimentada no solo por el trabajo policial, sino también por el goteo constante de turistas del crimen verdadero que reviven la historia a través de especiales de Netflix y la extensa cobertura mediática de las últimas dos décadas.
Algunos turistas incluso se toman selfies frente al complejo Ocean Club, donde Madeleine fue vista por última vez, o cenan en el restaurante de tapas donde sus padres, Kate y Gerry McCann, estaban comiendo cuando ella desapareció. Otros juegan a ser detectives aficionados en las callejuelas empedradas del pueblo, como si estuvieran en el set de un drama de larga duración.
Hallazgos limitados
Según informes de medios locales, se encontraron huesos de animales entre los escasos hallazgos durante la búsqueda de tres días de evidencia forense. El material recolectado fue enviado para su análisis con el fin de determinar si contiene algo relevante para la investigación.
Christian Brueckner, un ciudadano alemán identificado formalmente como sospechoso en 2022, ha negado cualquier participación en el caso. Un vecino que vivía cerca de Brueckner en el momento de la desaparición de Madeleine lo describió como "bastante enojado" y dijo que lo escuchaba discutiendo con su novia.
La investigación portuguesa inicial no logró preservar la escena adecuadamente, por lo que se perdió la oportunidad de recopilar evidencia forense de la habitación de Madeline McCann en el Ocean Club. Los residentes a largo plazo recuerdan haber participado en búsquedas descoordinadas y ad-hoc de la ciudad.
El final de esta nueva búsqueda significa un cierre para la gente del pueblo, pero la incertidumbre sobre lo que le pasó a Madeleine McCann seguirá presente en la memoria colectiva.