Un nuevo hecho de inseguridad sacude Villa Elisa, donde un propietario se defendió de un ladrón que irrumpió en su vivienda en el barrio Mbocayaty. El incidente, captado por cámaras de circuito cerrado, muestra al delincuente sustrayendo objetos del jardín antes de ser sorprendido por el dueño de casa.
Según el relato del propietario, al escuchar ruidos en el patio alrededor de las 3:52 de la madrugada, se encontró con un individuo que ya había reunido una desmalezadora y otros objetos de valor. Al verse descubierto, el ladrón intentó atacar con un cuchillo, lo que provocó que el dueño de casa reaccionara disparándole en el antebrazo.
Pero la historia no terminó ahí. Desconfiando de que el ladrón pudiera tener más armas escondidas, el propietario lo obligó a desnudarse completamente para asegurarse de que no representara una amenaza adicional. "Ahí le hago sacar toda la ropa para ver si ya no tenía más arma... le desnudo ahí en el frío, así como vino al mundo", relató el dueño de casa a un medio local.
Tras reducir al delincuente, el propietario alertó a la Policía Nacional. Bomberos voluntarios trasladaron al herido, identificado como Miguel Ángel Benítez González, de 26 años y con antecedentes por hurto, al Hospital del Trauma. Luego de recibir atención médica y ser dado de alta, Benítez González quedó bajo custodia policial y a disposición del Ministerio Público.
La oficial Tania Cabral, de la Comisaría 13 de Villa Elisa, confirmó que el detenido cuenta con dos antecedentes por hurto agravado y una causa por la ley que reprime el tráfico de estupefacientes. Actualmente, se encuentra con prisión preventiva.
Reacciones y Debate
El caso ha generado un intenso debate en la comunidad. Algunos apoyan la reacción del propietario, argumentando su derecho a la legítima defensa ante una amenaza a su seguridad y propiedad. Otros, en cambio, cuestionan la proporcionalidad de la respuesta y la humillación infligida al ladrón al obligarlo a desnudarse.
Implicaciones Legales
Las autoridades judiciales deberán determinar si la actuación del propietario se ajusta a los parámetros de la legítima defensa, considerando la amenaza percibida y la proporcionalidad de la respuesta. El caso pone de manifiesto la creciente preocupación por la inseguridad y la necesidad de encontrar un equilibrio entre la protección de los derechos de las víctimas y el respeto a los derechos de los presuntos delincuentes.