El expresidente Pedro Castillo, envuelto en la polémica por el presunto intento de golpe de Estado de 2022, protagonizó un tenso episodio durante una reciente audiencia. Ignorando las indicaciones de la jueza Norma Carbajal, Castillo reiteró su rechazo al proceso, calificándolo de "más político que jurídico".
Un Intercambio Tenso en la Corte Suprema
La audiencia, que se desarrolló en la Sala Penal Especial de la Corte Suprema, se vio interrumpida por las extensas declaraciones de Castillo, quien insistió en su inocencia y denunció un supuesto secuestro. "Soy el presidente de la República secuestrado y una vez más vengo a rechazar lo que decía el fiscal", declaró, a pesar de las reiteradas solicitudes de la jueza para que se ciñera a los hechos imputados.
¿Intento de Golpe o Defensa Legítima?
Castillo se mantiene firme en su postura, argumentando que el intento de disolución del Congreso fue un acto legítimo en defensa de su gobierno. Esta acción, sin embargo, llevó a su destitución y al arresto de varios de sus colaboradores, incluyendo a los ex premier Aníbal Torres y Betssy Chávez.
Además de Castillo, también serán juzgados los exministros Willy Huerta y Roberto Sánchez, este último actualmente congresista, así como oficiales de la Policía Nacional. La defensa de Castillo insiste en que no hay pruebas sólidas que lo vinculen directamente con un plan golpista, y que el proceso está viciado por motivaciones políticas.
¿Persecución Política o Justicia Imparcial?
La situación de Pedro Castillo sigue generando debate en el ámbito político y legal. Sus seguidores denuncian una persecución política orquestada por sus opositores, mientras que sus detractores exigen que se haga justicia por el intento de quiebre institucional. El proceso judicial continúa, y se espera que en las próximas semanas se presenten nuevas pruebas y testimonios que podrían definir el futuro del exmandatario.
Mientras tanto, desde su lugar de reclusión en Barbadillo, Castillo ha enviado fuertes mensajes a la actual presidenta Dina Boluarte, calificando a su gobierno de "asesino y usurpador". La tensión política en el país se mantiene alta, y el caso de Pedro Castillo sigue siendo un foco de controversia y división.