La escalada de tensiones en la región ha alcanzado un nuevo nivel con ataques recientes entre Israel y Yemen. La marina israelí atacó el puerto de Hodeida, controlado por los rebeldes hutíes, generando preocupación por el impacto en el suministro de ayuda humanitaria a una población ya vulnerable. En respuesta, fuerzas yemeníes lanzaron misiles contra Israel, apuntando al aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv.
Ataque Israelí al Puerto de Hodeida: Un Golpe a la Ayuda Humanitaria
El ataque israelí al puerto de Hodeida, un punto de entrada crucial para alimentos y ayuda humanitaria destinada a millones de yemeníes afectados por la guerra, ha generado una profunda preocupación. El ejército israelí justificó la acción argumentando que el puerto se utilizaba para transferir armas y apoyar actividades terroristas por parte de los hutíes. Sin embargo, organizaciones humanitarias advierten sobre las graves consecuencias que estos ataques pueden tener en la población civil, exacerbando la ya crítica situación alimentaria.
Respuesta Yemení: Misiles Apuntan a Tel Aviv
En represalia por el ataque a Hodeida, las fuerzas yemeníes lanzaron misiles contra Israel, impactando, según declaraciones oficiales, el aeropuerto Ben Gurion en Tel Aviv. El portavoz de las Fuerzas Armadas yemeníes, el General Yahya Saree, anunció que se utilizaron misiles balísticos, incluyendo un misil hipersónico llamado "Palestina-2". Las alertas aéreas resonaron en varias ciudades israelíes, incluyendo Jerusalén y Tel Aviv, obligando a miles de personas a buscar refugio y causando la interrupción del tráfico aéreo en el aeropuerto Ben Gurion.
Impacto Regional y Advertencias
Estos acontecimientos han intensificado aún más la inestabilidad en una región ya volátil. Los ataques hutíes contra buques comerciales en el Mar Rojo, que han afectado significativamente el comercio internacional, también contribuyen a la creciente preocupación. El Presidente del Consejo Político Supremo de Yemen, Mahdi Al-Mashat, advirtió que la respuesta de Yemen a la agresión israelí vendría "desde diferentes direcciones", añadiendo que los ataques serían "deliberados, efectivos y estratégicos". La comunidad internacional observa con atención el desarrollo de estos eventos y busca formas de evitar una mayor escalada del conflicto.