Sudán niega ataque a avión con presuntos mercenarios colombianos

Un alto funcionario de Emiratos Árabes Unidos ha negado rotundamente las acusaciones de que el Ejército sudanés haya destruido un avión emiratí en el aeropuerto de Nyala, en la región de Darfur del Sur. Las Fuerzas Armadas de Sudán habían afirmado que el avión transportaba mercenarios colombianos y que el ataque resultó en la muerte de al menos 40 personas. La declaración oficial de Sudán, transmitida por la televisión estatal, generó controversia y tensión diplomática.

El funcionario emiratí, que prefirió mantener el anonimato, calificó las acusaciones como "infundadas y completamente falsas", argumentando que carecen de pruebas y forman parte de una campaña de desinformación orquestada por Sudán. Emiratos Árabes Unidos ha sido acusado de apoyar a las Fuerzas de Apoyo Rápido (FAR), un grupo paramilitar que actualmente se encuentra en conflicto con las Fuerzas Armadas regulares de Sudán.

Según las autoridades sudanesas, el avión fue "bombardeado y completamente destruido" durante su aterrizaje, gracias a información de inteligencia que rastreó el vuelo desde su despegue en una base aérea en el Golfo Pérsico. Además de la aeronave, Sudán afirma haber destruido cargamentos de armas.

La Acusación de Mercenarios Colombianos

Las Fuerzas Armadas sudanesas han insistido en que el ataque es una advertencia clara sobre la inviolabilidad de la soberanía sudanesa. El gobierno sudanés había acusado previamente a Emiratos Árabes Unidos de reclutar y financiar mercenarios colombianos para luchar junto a las FAR, afirmando poseer pruebas documentales de estas actividades. El Ministerio de Exteriores sudanés ha denunciado la participación de "cientos de miles de mercenarios" de diversos países, argumentando que esta situación representa una amenaza para la paz y la seguridad regional.

Implicaciones Regionales

La guerra en Sudán ha generado preocupación a nivel internacional, con informes que señalan la presencia de mercenarios de diferentes nacionalidades involucrados en el conflicto. La situación plantea serias interrogantes sobre la estabilidad de la región y el impacto de la injerencia extranjera en los asuntos internos de Sudán.

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