La construcción del nuevo escenario Vive Claro en Bogotá, un ambicioso proyecto que promete albergar a artistas de la talla de Shakira, Linkin Park, My Chemical Romance, Imagine Dragons y Guns N’ Roses, ha generado controversia en la capital colombiana. La preocupación principal gira en torno a su ubicación y el posible impacto ambiental, especialmente tras las acusaciones en redes sociales sobre la existencia de un humedal protegido en el predio Salitre Greco.
¿Humedal o No Humedal? La Secretaría de Ambiente Responde
Ante la creciente polémica, la Secretaría de Ambiente de Bogotá ha emitido un comunicado oficial aclarando la situación. Según la entidad, el predio Salitre Greco no corresponde a un humedal ni a una zona ambientalmente protegida. Estudios técnicos realizados desde 2013, y ratificados en 2024, concluyen que el terreno carece de las características propias de un humedal: ausencia de concentraciones naturales de agua, vegetación hidrófila y conexión con cuerpos de agua cercanos.
Además, la Secretaría de Ambiente asegura que el proyecto Vive Claro cuenta con los permisos ambientales necesarios para su construcción. Se otorgaron permisos a Ocesa Colombia para el manejo silvicultural, autorizando la conservación de 145 árboles, el traslado de dos árboles y, si bien se autorizó la tala de 81, se impuso una compensación ambiental de 509 árboles de 27 especies nativas que se van a sembrar en el predio.
El Nuevo Centro de Espectáculos de Bogotá
Vive Claro, impulsado por Carlos Slim en sociedad con Ocesa, se perfila como un moderno estadio al aire libre con capacidad para albergar hasta 40.000 personas. Se espera que el recinto, ubicado entre la calle 26, la carrera 68 y la calle 53, en el barrio Salitre Greco, dinamice la oferta de eventos masivos en Bogotá, compitiendo directamente con el Movistar Arena. La inversión estimada para este proyecto asciende a 22 millones de dólares.
Sanciones Previas por Intervenciones No Autorizadas
A pesar de contar con los permisos actuales, la Secretaría de Ambiente reconoció haber impuesto una medida preventiva de suspensión de actividades en enero de 2025 debido a intervenciones no autorizadas en 14 árboles. Esta medida estuvo vigente hasta que Ocesa Colombia obtuvo el permiso requerido en marzo de este año.