Las autoridades estadounidenses han revelado un esquema elaborado por agentes norcoreanos para infiltrarse en empresas de EE.UU. y robar criptomonedas. El objetivo: financiar el programa de armas de Corea del Norte.
Un 'James Bond' de la vida real
Marlon Williams, un emprendedor de Atlanta, se sorprendió al descubrir la desaparición de cientos de miles de dólares de su startup de criptomonedas. La sorpresa fue aún mayor cuando el FBI le informó que su ex jefe de tecnología trabajaba para el gobierno de Corea del Norte, robando a empresas estadounidenses.
Según fiscales federales en Atlanta, cuatro ciudadanos norcoreanos, utilizando puestos de trabajo remotos en el área de IT, desviaron casi un millón de dólares en moneda virtual de la empresa de blockchain de Williams y de otra empresa serbia. Los individuos fueron acusados formalmente a finales de junio, como parte de una campaña más amplia contra lo que las autoridades describen como un plan complejo y de larga duración del gobierno de Corea del Norte para infiltrarse en empresas estadounidenses y generar ingresos para sus programas de armamento.
Más de 100 empresas afectadas
El Departamento de Justicia ha descubierto esquemas similares que involucran a trabajadores remotos de IT en más de 100 empresas en todo el país, incluyendo algunas empresas Fortune 500. La oficina del FBI en Atlanta ha advertido a las empresas de tecnología que aumenten el escrutinio en la contratación, especialmente al cubrir puestos remotos de IT con trabajadores extranjeros desconocidos.
- Los agentes envían sus salarios al gobierno de Corea del Norte.
- Utilizan identidades falsas o robadas para infiltrarse en las empresas.
- Roban información y datos valiosos.
- Potencialmente, plantan malware para futuros ataques ransomware.
Los acusados, Kim Kwang Jin, Kang Tae Bok, Jong Pong Ju y Chang Nam Il, enfrentan cargos de fraude electrónico y lavado de dinero derivados de los robos a las empresas de Atlanta y Serbia. Este caso subraya la creciente amenaza de la infiltración cibernética y la necesidad de una mayor vigilancia en la contratación de personal remoto, especialmente en el sector de la tecnología.