La expedición de pasaportes en Colombia, un trámite que había logrado cierta eficiencia y modernización, se encuentra en el ojo del huracán. La reciente renuncia de Laura Sarabia, la tercera canciller en caer durante el gobierno de Gustavo Petro, ha desatado una crisis en torno a la adjudicación del contrato para la fabricación de estos importantes documentos de viaje.
Un historial de controversias
Los antecedentes de esta situación se remontan a las gestiones de Álvaro Leyva y Luis Gilberto Murillo, quienes también ocuparon el cargo de canciller y se enfrentaron a la pugna entre el presidente Petro y la multinacional Thomas Greg & Sons (TGS). Esta empresa, de mayoría colombiana, ha sido la principal proveedora de pasaportes durante casi dos décadas, lo que ha generado la inconformidad del mandatario.
La desautorización presidencial y la alianza colombo-lusa
El punto álgido de esta crisis se produjo con la desautorización presidencial a la prórroga de emergencia que Sarabia había propuesto para el contrato con TGS. La intención era dar tiempo a la Imprenta Nacional de Colombia y la Casa de la Moneda de Portugal, la alianza que Petro visualiza como los futuros fabricantes de pasaportes, para cumplir con los requisitos técnicos necesarios. Sin embargo, la realidad es que esta alianza aún no está preparada para asumir la responsabilidad.
Incertidumbre y posibles consecuencias
En círculos diplomáticos, el malestar es palpable. Los constantes cambios y la falta de claridad en el proceso licitatorio han generado la percepción de una Cancillería inmersa en una espiral de desaciertos administrativos. La situación es tan crítica que, de no lograrse un acuerdo, no hay garantías de que exista un proveedor de pasaportes a partir del 1 de septiembre.
- ¿Qué pasará con los colombianos que necesitan renovar o solicitar su pasaporte?
- ¿Se avecina una escasez de estos documentos?
- ¿Cómo afectará esta crisis la imagen internacional de Colombia?
Estas son algunas de las preguntas que surgen ante este panorama incierto. La solución a este conflicto es crucial para evitar mayores complicaciones y garantizar la continuidad de un servicio esencial para los ciudadanos colombianos.
Acusaciones cruzadas
La situación se agrava con las recientes acusaciones de Laura Sarabia contra Alfredo Saade, el nuevo jefe de gabinete, a quien señala de haber ordenado demorar la asignación de citas para la expedición de pasaportes. Estas declaraciones añaden un nuevo nivel de complejidad a una crisis que parece lejos de resolverse.