La campaña presidencial en Colombia toma un giro inesperado con las recientes declaraciones de Santiago Botero, candidato del movimiento 'Romper el Sistema'. Botero ha vinculado su propuesta política a una visión de justicia inspirada en la autoridad divina, generando un intenso debate en la opinión pública.
¿Justicia Terrenal con Mandato Divino?
En una entrevista con La FM, Botero afirmó contundentemente que "cuando alguien asesina, Dios le da a la justicia la autoridad para que mate a ese asesino". Esta declaración, que apela a una interpretación religiosa de la justicia, ha provocado reacciones diversas en el panorama político y social colombiano.
El candidato argumenta que los castigos bíblicos, como el diluvio y las plagas de Egipto, son ejemplos claros de la intervención divina para erradicar el mal. "Por eso debemos entender por qué Dios mandó el diluvio y las plagas de Egipto: porque estaba acabando con el mal", explicó Botero, defendiendo su postura con convicción.
Resistencia y Determinación
El discurso de Botero no ha estado exento de críticas, incluso dentro de su propio equipo de campaña. Según relató en la entrevista, algunos le aconsejaron evitar referencias a Dios, pero él se mantuvo firme en su convicción. "Al principio la gente me decía ‘no hable de Dios’, pero yo les decía que no me importa, si a mí Dios me mandó a esto, ¿cómo cambio el discurso?", declaró, reafirmando la centralidad de la fe en su campaña.
Botero percibe su candidatura como una misión encomendada por una fuerza superior. Aunque no se considera un enviado divino específico, siente que su llamado a la presidencia proviene de una fuente más allá de lo terrenal. Esta perspectiva religiosa impregna su discurso y su visión para Colombia.
Las propuestas de Santiago Botero plantean interrogantes fundamentales sobre la relación entre la fe, la política y la justicia en Colombia. ¿Cómo se equilibra la justicia terrenal con la interpretación de una justicia divina? ¿Qué impacto tendrá este enfoque en el electorado colombiano?
Solo el tiempo dirá si esta estrategia audaz resonará con los votantes y catapultará a Santiago Botero a la presidencia.