La tenista italiana Jasmine Paolini se enfrentará a la número uno del mundo, Iga Swiatek, en la final del WTA 1000 de Cincinnati. Paolini llega a esta instancia luego de una ardua victoria en tres sets contra Veronika Kudermetova, con parciales de 6-3, 6-7, 6-3.
Un desafío cuesta arriba para Paolini
Paolini buscará romper un récord personal, ya que hasta el momento no ha logrado vencer a Swiatek en los cinco encuentros previos. La italiana es consciente de la dificultad del reto, pero se muestra optimista y confiada en sus posibilidades.
"Será duro porque siempre es muy difícil enfrentar a Iga", reconoció Paolini. "El objetivo es mantenerme en el partido, mantener el equilibrio, tomar las decisiones correctas y no dejarme llevar por la ansiedad ni por el miedo a correr riesgos".
Estrategias para combatir el calor y a Swiatek
Además de prepararse tácticamente, Paolini ha ideado estrategias para hacer frente a las altas temperaturas de Cincinnati. Utilizará una "salsiccia di ghiaccio" (salchicha de hielo), una toalla con compresas frías que le ayudará a mantenerse fresca durante el partido. Este peculiar método se suma a otras tácticas ingeniosas empleadas por los jugadores para combatir el calor extremo en las canchas de cemento de Ohio.
Paolini destaca la importancia de ser agresiva, especialmente con su servicio, buscando una buena efectividad y obligando a Swiatek a correr. Además, confía en que las condiciones de Cincinnati favorecen su juego.
Un paso más cerca del título
Esta es la tercera final de un WTA 1000 en la carrera de Jasmine Paolini. Gracias a su reciente éxito, ha superado a Anisimova y ha regresado al puesto número 8 del mundo. Ahora, está a un paso del título y cree firmemente en sus posibilidades, especialmente después de haber eliminado a Coco Gauff en rondas anteriores.