El Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE) se encuentra en el ojo de la tormenta tras la renuncia de su interventor, Osvaldo Rolando, efectiva a partir del 1 de agosto. La decisión, justificada por "motivos estrictamente personales", se produce en un contexto de fuertes aumentos tarifarios y la inminente unificación del ENRE con el Ente Nacional Regulador del Gas (ENARGAS) en un nuevo organismo: el Ente Nacional Regulador del Gas y la Electricidad (ENRGE).
¿Qué hay detrás de la renuncia de Rolando?
Si bien las fuentes oficiales insisten en motivos personales, la salida de Rolando coincide con la reciente aprobación de la Revisión Quinquenal Tarifaria (RQT), que autorizó aumentos mensuales en las tarifas de Edenor y Edesur hasta 2027. Esta medida, destinada a fomentar la inversión en infraestructura, ha generado controversia y críticas por su impacto en los usuarios.
Rolando, ingeniero electricista con experiencia en Edesur, había asumido el cargo en diciembre de 2024, reemplazando a Darío Oscar Arrué. Su gestión se caracterizó por la implementación de la RQT y la preparación para la fusión de los entes reguladores.
El futuro del ENRE y el impacto en los usuarios
La creación del ENRGE, oficializada mediante el Decreto 452/2025, plantea interrogantes sobre el futuro de la regulación energética en Argentina. Si bien el nuevo ente mantendrá las funciones de sus predecesores, las asociaciones de defensa del consumidor advierten sobre posibles demoras en la respuesta a los reclamos debido a la reducción de personal.
Desde la Secretaría de Energía agradecieron a Rolando por su "compromiso y dedicación", destacando su papel en el "reordenamiento del sector eléctrico". Mientras tanto, se especula con el nombre de Néstor Lamboglia, mano derecha de Rolando, como posible sucesor interino hasta la unificación definitiva de los entes.
La situación genera incertidumbre en un sector clave para la economía y el bienestar de los ciudadanos, especialmente en un contexto de ajuste y redefinición de políticas energéticas.