¡Guerra en el Senado! Bullrich vs. Villarruel por Aumento a Jubilados

Tensión Máxima en el Senado por Debate sobre Aumentos a Jubilados

La interna en el gobierno se recalienta. Patricia Bullrich, ministra de Seguridad, y Victoria Villarruel, vicepresidenta, protagonizaron un fuerte cruce público a través de la red social X (antes Twitter) a raíz del debate en el Senado sobre proyectos que incluyen un aumento de haberes jubilatorios.

La sesión en la Cámara Alta, donde también se discuten la emergencia en discapacidad y la distribución de fondos a las provincias, desató la furia de Bullrich, quien acusó a Villarruel de ser "cómplice del kirchnerismo destructor" por permitir que se llevara adelante el debate. La respuesta de la vicepresidenta no se hizo esperar.

"Antes de hacerse la picante, repase la Constitución"

Villarruel respondió a Bullrich por la misma vía, instándola a "repasar la Constitución Nacional". La tensión entre ambas figuras del gobierno libertario quedó expuesta a cielo abierto, evidenciando las diferencias internas en torno a las políticas económicas y sociales que se están implementando.

Bullrich, en su mensaje original, le exigió a Villarruel que levante la sesión y la acusó de "denigrar la institución que preside". El presidente Javier Milei, por su parte, retuiteó el mensaje de Bullrich, dejando clara su postura en este conflicto interno.

Este enfrentamiento se produce en un contexto de creciente malestar social por las medidas de ajuste implementadas por el gobierno, que impactan directamente en los sectores más vulnerables de la población, incluyendo a los jubilados. El debate sobre el aumento de haberes jubilatorios se presenta como un punto clave en la agenda legislativa y un desafío para la estabilidad del gobierno.

¿Qué implicaciones tiene este enfrentamiento para el futuro del gobierno?

La interna libertaria expuesta a través de este cruce entre Bullrich y Villarruel plantea interrogantes sobre la cohesión del gobierno y su capacidad para llevar adelante su agenda legislativa. La división interna podría debilitar la posición del gobierno frente a la oposición y dificultar la aprobación de leyes clave.

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