La emoción se palpaba en el ambiente antes del Juego 7 de las Finales de la NBA, y para encender aún más la pasión, la cantante Kristin Chenoweth, oriunda de Oklahoma, interpretó el himno nacional de Estados Unidos, “The Star-Spangled Banner”.
El estadio estalló en aplausos mientras Chenoweth, reconocida figura de Oklahoma, demostraba su talento vocal, elevando el espíritu patriótico y deportivo justo antes del crucial encuentro. Los fanáticos, ansiosos y nerviosos, recibieron con entusiasmo esta presentación que marcó el inicio de un partido histórico.
"Es increíble estar aquí en el Juego 7", comentó Brian Keating, junto a Hannah Hoover, durante la transmisión previa. "El ambiente es electrizante, todos están listos para disfrutar de un espectáculo inolvidable".
El Juego 7, esperado durante meses, representó la culminación de una temporada llena de esfuerzo y dedicación. La energía en el estadio, conocido como Loud City por el fervor de los fanáticos del Thunder, era palpable. La presentación de Kristin Chenoweth sirvió como el preludio perfecto para un partido que prometía ser memorable.
Desde el momento en que Chenoweth tomó el micrófono, hasta el instante en que el balón se elevó en el salto inicial, la noche estuvo cargada de emoción y expectativa. Los jugadores, conscientes de la importancia del partido, se prepararon para dar lo mejor de sí mismos, impulsados por el aliento de su público y el espíritu patriótico que impregnó el ambiente.
El evento no solo fue un espectáculo deportivo, sino también una celebración del talento local y el espíritu competitivo que define a la NBA. La combinación de música y deporte creó una atmósfera única que quedará grabada en la memoria de todos los presentes.