Alexander Zverev ha desatado una polémica en el mundo del tenis al sugerir que los directores de los torneos podrían estar favoreciendo a las jóvenes estrellas Carlos Alcaraz y Jannik Sinner. Sus comentarios se producen en un contexto donde la velocidad de las canchas ha sido objeto de debate, alimentado por las reflexiones del mismísimo Roger Federer.
¿Una conspiración en la velocidad de las canchas?
Federer, en un podcast con Andy Roddick, señaló cómo las superficies de tenis se han homogeneizado en los últimos 30 años. Argumentó que el tenis sería más interesante si los jugadores tuvieran que adaptarse a canchas “rápidas como el rayo” y “súper lentas”. Esta observación encendió el debate sobre si los directores de torneos están deliberadamente creando condiciones que beneficien a ciertos jugadores.
Zverev recogió el guante y, tras su victoria sobre Valentine Royer en el Masters de Shanghái, declaró: “Odio que las velocidades de las canchas sean las mismas en todos los torneos. Sé que los directores de todos los grandes eventos se están moviendo en esa dirección porque quieren que Jannik y Carlos rindan bien y potencialmente lleguen a la final”.
El Masters de Shanghái, un ejemplo
El Masters de Shanghái ha experimentado una ralentización significativa este año, según datos del Court Pace Index (CPI). La velocidad de la cancha central se sitúa en 32.8, entre lenta y media-lenta, mientras que el año pasado era de 42.4, considerada media-rápida a rápida. Esto alimenta aún más las sospechas sobre una posible manipulación de las condiciones para favorecer a ciertos estilos de juego.
- ¿Son las condiciones de las canchas un factor determinante en el éxito de Alcaraz y Sinner?
- ¿Existe una presión por parte de los directores de torneos para asegurar la presencia de estas estrellas en las finales?
- ¿Se está perdiendo la diversidad y la emoción en el tenis debido a esta homogeneización de las superficies?
Estas son algunas de las preguntas que surgen a raíz de las declaraciones de Zverev y las observaciones de Federer. El debate está abierto y promete generar controversia en los próximos meses.