Kansas City Chiefs y Baltimore Ravens iniciaron la temporada con la mira puesta en el Super Bowl. Sin embargo, uno de ellos podría encontrarse con un panorama sombrío, a menos que empaten esta semana.
Tras una dura derrota en casa por 38-30 ante Detroit el lunes por la noche, Baltimore viajará a Kansas City para enfrentarse a los Chiefs el domingo en un duelo crucial para ambos equipos. La derrota podría significar un golpe casi definitivo a sus aspiraciones de campeonato.
La historia muestra que recuperarse de un inicio tan lento es extremadamente difícil. De hecho, solo un equipo en la historia de la NFL, los New England Patriots de 2001, lograron ganar el Super Bowl después de comenzar la temporada con un récord de 1-3.
¿Qué está en juego para Chiefs y Ravens?
Para los Ravens, la derrota ante Detroit expuso algunas vulnerabilidades en su defensa y la necesidad de un juego terrestre más consistente. Una derrota ante los Chiefs los dejaría con un récord de 1-3 y una montaña empinada por escalar en una AFC Norte competitiva.
Los Chiefs, por su parte, también buscan recuperarse después de un comienzo de temporada irregular. Si bien cuentan con el talento explosivo de Patrick Mahomes, han tenido problemas con las entregas de balón y la inconsistencia en el juego terrestre. Una derrota ante los Ravens los dejaría en una situación precaria en la AFC Oeste.
El camino hacia el Super Bowl se complica
El perdedor de este enfrentamiento se enfrentará a un camino significativamente más difícil para llegar al Super Bowl. La competencia en la AFC es feroz, y un inicio de 1-3 obligaría a ese equipo a jugar casi todos los partidos restantes como si fueran de playoffs.
- Presión constante para ganar.
- Menos margen de error en el resto de la temporada.
- Mayor dificultad para asegurar un puesto en los playoffs.
El partido del domingo entre Chiefs y Ravens no es solo un juego más en el calendario. Es un enfrentamiento crucial que podría definir el rumbo de la temporada para ambos equipos y determinar quién tiene una verdadera oportunidad de competir por el Super Bowl.